Qué necesitarás
-
Un armario para renovar (el que se muestra es el IKEA Ivar)
-
Caja de ingletes + sierra
-
Grapadora adecuada para clavos sin cabeza
-
Clavos sin cabeza (dos veces más largos que el grosor del borde)
-
Piezas de revestimiento (las molduras finas funcionan mejor: 8–10 mm)
-
Pintura para madera del color que elijas
-
Lija
-
Opcional: masilla acrílica para esquinas sin juntas
Paso 1: Encuentra tu armario
Empieza con un armario de segunda mano para ahorrar al máximo y ser sostenible. Las puertas planas son las mejores. El Ivar de IKEA es perfecto para este truco: ligero, resistente y fácil de personalizar.
Paso 2: Mide dos veces, corta una vez
Mide los lados largos y cortos de la puerta de tu armario. Vas a enmarcar la puerta con molduras, por lo que es fundamental tomar medidas precisas para que las esquinas queden perfectas.
Paso 3: Corta el borde en un ángulo de 45°
Usa tu caja de ingletes para cortar la moldura según tus medidas.
Corta cada extremo en un ángulo de 45 grados para crear esquinas limpias y profesionales. Una sierra japonesa hace que este paso sea aún más fácil y permite cortes suaves y limpios.


Paso 4: Fija la moldura con clavos sin cabeza
Coloca el marco en la puerta del armario y sujétalo con clavos que sean el doble de largos que el grosor del embellecedor.
Una herramienta fiable para este paso es el Rapid RPC4, que admite tanto grapas de alambre fino como clavos sin cabeza de 15 mm, perfectos para pequeños trabajos de bricolaje con embellecedores.


Paso 5: Rellenar los huecos (opcional pero merece la pena)
Para un acabado perfecto, rellena cualquier pequeño hueco entre las molduras con masilla acrílica.
Consejo: Mezcla unas gotas de jabón de lavavajillas con agua y úsalo para alisar la masilla con el dedo. Mantendrá todo limpio y sin adherencias.
Deja secar la masilla antes de pintar.
Paso 6: Pintarlo todo
Pinta tanto el armario como los marcos del mismo color para conseguir un aspecto limpio y coherente.
Usamos NCS 2830-Y18R, un tono cálido y moderno que realza por completo la apariencia del mueble.
Déjalo secar y... ¡admira tus mueble mejorado y personalizado!

¡Todo listo!
En solo unos sencillos pasos, has transformado un mueble básico de IKEA en una pieza elegante y con estilo añadido, al que le has dado un toque personal.. Es asequible, sencillo para principiantes e increíblemente satisfactorio.
Tu próximo proyecto de fin de semana estrará listo cuando tú lo estés.

